Esta mañana, día de la Virgen de la Cabaza, me he encontrado con un amigo y hemos hablado de toros. Nos hemos propuesto que si José Angel Iglesias gana las elecciones, haremos un festival taurino en Serón, gratuito, financiado con las aportaciones de los amigos que no serán elevadas; podrá ser realidad si nuestros deseos sobre el futuro de la alcaldía se cumplen.
Estoy constatando con alegría que el tema de los toros está siendo seguido con interés desde México, Colombia, Argentina, Ecuador, Chile, Venezuela, Guatemala, Costa Rica, Estados Unidos, etc.
Gracias a todos los amigos que desde tan lejos tienen el detalle de leer cosas de este humilde seronero.
(Mi cuñada Socorro Salas Marín, Presidenta Oficial y mi sobrina Marinieves, la homenajeada en el Festejo Taurino, por su reciente aprobado de las oposiciones de Notaría. En la otra foto, Enrique Pérez Parra y yo, miramos con preocupación el toro que nos tocó en suerte.)
En el Parnaso, los Dioses,
formando gran contubernio,
se han conjurado en su contra
cerrándole burladeros.
Hoy, ni el mismo Seronero,
ese afamado torero,
podría lidiar los astados
de tan grandes ganaderos.
"Herrerito" no, "Herrerillo":
el pajarillo triguero,
vestido de negro y blanco
por huertos de Los Claveros.
Diezmado está ante esos Dioses
presa de sus toros fieros:
"Cirujanos" de taller,
matasanos tornilleros.
Derramó sangre en la arena,
negro aceite el compañero,
el que más rápido corre
cuando pone rumbo al pueblo.
Le reparan lo que es sano
dejando lo que no es bueno,
causan grandes desperfectos
sin cargar con "el mochuelo".
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