El otro día me comentaba mi primo Paco el Zapatero
que vino de vacaciones de Granollers, Barcelona,
que se había recorrido el pueblo entero
sin encontrar en la calle una sola persona.
Yo le dije “no culpes a nadie, la culpa es tuya
pues si esa soledad y vacío tanto detestas
haberte presentado en los días de mucha bulla
y no planear tu llegada para después de la Fiestas”.
Es solo por hacer un comentario, muy serio dijo,
pero no me negarás que la vida de Serón está tan floja
que si me quedo en la terraza, mirando a la calle fijo
solo podré saludar a mi vecina Antonia la Maloja.
No te quito la razón, querido pariente Paco
Serón pasa este momento una negra coyuntura
ni en la Puerta de la Iglesia tenemos el olor a tabaco
de aquellos Celtas que fumaba don Francisco el cura.
2 comentarios:
José Luis: A ver si, después de casi 50 años, acierto con algún comensal. La mujer que sigue al niño tiene la pinta de ser tu tía, mujer de Paco; la chica que sigue tiene rasgos de la misma familia; y el que preside la mesa se parece mucho a tu primo, e hijo de Paco. Al resto no lo relaciono. Saludos.
Mi tía Maria, mujer de mi tio Paco, su hija, su marido y al fondo mi primo Paco, el protagonista de la poesia; En el ángulo inferior izquierdo aparece mi cabeza, veinte ños más joven.
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