lunes, 29 de agosto de 2011



A mí me gusta ir a la Estación, no puedo evitarlo. Es un sitio hoy muy tranquilo y predispone el cerebro a los recuerdos.

Íbamos a comprar carbón o a esperar (así se decía) a los familiares que venían de Sevilla o de Valencia.

Nos decía don Juan el de Juan Francisco que pegando la oreja a los raíles, se podía escuchar cuando el tren salía de las estaciones de Baza o Huércal Overa. Yo lo pegaba pero no me percataba del detalle.

Allí trabajaba Juan Nieves que tenía la jodida costumbre, a petición mía y fastidio de mi madre, de pintarme la cara de carbonilla.

Siempre había mucha gente, el Catalán venía lleno para un lado y para otro. El Ter más desahogado por el precio.

Recuerdo en tiempo de verano que había dos muchachos con un botijo de agua, ofreciendo a los sedientos viajeros un trago fresco por unas perras gordas, a través de las ventanillas. El negocio sería rentable cuando lo hacían.

El sábado estuve en la Estación, fue el primer día en que noté que el verano empieza a decir adiós. Sentado en un banco recordé cuando Alfredico fue atropellado por el tren en el paso a nivel. No pasó nada porque el comboy ya habían empezado la frenada, pero el renault gordini perdió la dentadura completa en el impacto.

Y siguiendo con coches y trenes, también llegaron a coincidir en Hijate, cuando Torremarín quedó enganchado en el morro de la máquina y arrastrado hasta la Estación. En aquel caso el conductor pudo contarlo por la dureza de los materiales ferrosos de los que estaba fabricado el vehículo.

Hace muchos años que nos robaron el tren, de eso ya no vamos a lamentarnos, ¡nos han robado tantas cosas los socialistas!, si por ellos fuera nos mangaban hasta los recuerdos.

Poco a poco nos lo han robado todo, intentando sin éxito hacerse con el botín de las ilusiones. Nos han vuelto a las miserias de la España de la postguerra, pero sin tren, mientras ellos se subían en el vagón de la corrupción y el pillerío de primera clase. Por suerte el billete está llegando a su fin.



(ssssssssss... ya viene el tren por Baúl y, con el vagón de mercancias que engancharon en el Puerto de Algeciras y trasbordo en Bobadilla, un alijo de adormidera para seguir durmiendo a las promociones del 66 en adelante y en adetrás...)

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