sábado, 15 de mayo de 2010

(foto de Gustavo Gillman, Serón desde la Ramblilla, 1895)

Vamos a ver, queridos míos:
Fue hace mucho, no se cuánto, pero mucho.
Había en este pueblo calles,
tras las calles, callejones
y en los callejones, casas,
una de ellas, fue la mía.

Desde mi casa,
se olían lumbres de otras casas
y las macetas de sus balcones.

¿Y dónde quedó todo eso?

En la nada.

¡Oh felicidad completa…
fantasías de la infancia!

Recuerdo a mi abuela
con su pañuelo negro
sobre la brillantina espesa
en el amasijo de raíces
de su cabeza blanca,
regada cada mañana
con agua de un cántaro.

Hablaba poco y sonreía
con dos dientes afilados como escarpias

Allí estaba, de aquí para allá,
terminando con su gato pardo
en la inquieta mecedora.

Con mi padre, que se fue
antes de la lluvia de un día de Enero,
contemplaba los truenos del Olivar
desde la ventana de la solana
y después de cada tempestad,
habían crecido los árboles.

Más tarde, un crepúsculo prematuro
llegó en medio del silencio
de una noche a nuestra casa;
desde entonces,
no volví a ver la trilla en las Eras
porque también se mudaron de sitio...

jueves, 13 de mayo de 2010

JUEGOS FLORALES



-Si me preguntas qué está pasando
se responderte:
a España la están matando,
al borde ya de la muerte.

-¿Y cuándo el desastre empieza?

-Está claro, el Once Eme
con ese tío sin cabeza
sumido en delirium treme.

-Ya empezaron los recortes...

-Nada, salir del paso;
no llegarán los importes
para pagar tanto atraso

-Pues te tienes que animar
te veo muy triste muchacho

-Dime tú, ¿cómo voy a estar
en manos de este borracho?

domingo, 9 de mayo de 2010


En mis años de aleví
con mi padre iba a San Juá
no sabéis lo que sentí
al contemplar su caudá

Ese bonito brazá
que tan verde siempre vi
pronto un ocre secarra,
condenado está a morí

Dicen que el agua se va
caminito de Pulpí
lo mandó la autorida
y la oposición tambí.

No se si será verda
puesto que no estaba allí,
cierto que el agua se va
es lo que me han dicho a mí

jueves, 6 de mayo de 2010

COPLAS A LA MUERTE DE MI HERMANO, POR PACO CÁNOVAS


En vísperas de la Misa que ofreceremos por mi hermano Antonio en la tarde del próximo sábado y por sugerencia del amigo Seronero, escribo estas líneas; alguna de las pinceladas es humorística, pues de amargor y de dulzor se hizo su vida
Era el mayor de 5 hermanos y por ello cargó siempre con el peso de la colaboración en las faenas.
Marchamos a la vez en 1954 a Almería a estudiar: él a la Escuela de Formación Profesional donde aprendió el oficio que desempeñó posteriormente en la industria metalúrgica en Valencia.
Se casó con Mari Carmen y tienen un hijo, Antonio.
Era un enamorado de su pueblo y de sus gentes, a las que buscaba en toda ocasión: en Valencia y en sus visitas al pueblo.
Tuvo, como todos, sus virtudes y también sus defectos (no repitamos aquello de san Juan, 8, 7)
Reposa en el Cementerio, junto a nuestros antepasados. Descanse en paz.

He venido a estas exequias
convocado por tu amor,
pobre hermano,
como ibas tu a las acequias
despuntando ya el calor
del verano.

Dura fue tu juventud:
Jórvila, el Pago, la Vega,
Las Lomillas;
tras el abuelo Juan Cruz
que por todo te reniega
y te chilla.

Buscas a Dios en Bacares
cuando a tu madre acompañas,
tan piadosa;
te ocultas entre atochares
buscando en estas montañas
a otra diosa.

Diego Pérez, las Alsinas
nos sacaron de Serón,
de su Umbría;
al destierro tu caminas,
sin afectos ni ilusión,
a Almería.

En Valencia hallas Amparo
de la Virgen, los paisanos,
tu Carmela;
la Basílica es el faro
y el afecto como hermanos
te consuela.

Compartiste generoso
pena, alegría, fatiga,
matrimonio.
Y es Serón postrer reposo;
y es de Mari patria amiga,
y de Antonio.

VOLVER ATRÁS


Lo que pasa, me parece,
es que el sectarismo impera
traspasando la frontera
del odio que crece y crece

Maldita sea la espiral
que removió las arenas
y cambió las cosas buenas
por el desierto del mal

Ya está la mecha encendida
entre las espesas brumas
en que flota como plumas
esta sociedad aturdida.

¿Y quién será el miserable
que nos llevó al agujero?

El nombre del responsable
es Rodríguez Zapatero.

martes, 4 de mayo de 2010

DON BERNARDO ÁVILA ORTEGA, UN CURA EN LA MEMORIA DE SERÓN. POR PACO CÁNOVAS Y ANTONIO J. FERNÁNDEZ


Don Bernardo Ávila Ortega es desconocido, posiblemente, para muchos de los que frecuentáis este Foro. Para algunos otros es muy conocido. Este sacerdote estuvo ayudando a don Francisco Guerrero desde el año 1960 hasta el 1966. Actualmente está al cargo de la parroquia de Antas. Allí me dirigí con mi hijo, en esta Navidad, a saludarlo después de 43 años sin vernos. Es obvio que lo hacía porque su personalidad no me era indiferente, sobre todo en estos tiempos que corren. Con una definición muy de actualidad diría que, humanamente, este hombre es el antihéroe.
Tuvimos un buen rato de conversación, mientras cumplíamos su invitación a comer; casi toda sobre Serón, sobre música, sobre nuestra vida de hace 40 años. Es de precisar que tiene una memoria prodigiosa. De ella sale casi todo lo que aporto a continuación.

Mi primer recuerdo de él es como organista (muy bueno a pesar de que no lo acompañaba mucho la anatomía de sus manos) y como compositor. Siendo yo niño de la Schola Cantorum cantamos una estrofa que Calderón de la Barca señala como Música en el Auto Sacramental “La Cena del rey Baltasar” (que representaban los mayores en el Teatro Cervantes, de Almería). Don Bernardo (DB) puso música a la estrofa en cuestión (Escena XVII) que era:
“Esta mesa es este día
Altar de la idolatría;...”
Al comentarle que también compuso –cosa que yo había olvidado- la Misa para el día de la Coronación de la Virgen de los Remedios, nos contó algo de las circunstancias.
Dijo en primer lugar que la partitura original se había quedado en Serón (yo, al menos, no la he visto después; ¿dónde quedaría?).
-“Estábamos en la recta final del Concilio Vaticano II y ya se habían comenzado a decir las misas en lengua vernácula. D. Francisco, subiendo a la Ermita una tarde, me dice de sopetón: “Haz tu una para la Coronación”. Dicho y hecho. Había una buena base; un gran coro, un excelente órgano y organistas. Nos pusimos a la tarea inmediatamente y a preparar al coro que por entonces contaba con unas 60 voces (gran coro).”
Cometió el error de consultarme lo que iba componiendo y en un pasaje le comenté: “¿Cómo se le ocurre hacer una cosa tan fea?”. Me hizo caso y corrigió. Y al tararearla ahora los tres en su despacho, reconocimos que lo que había modificado era muy bueno, sustituyéndolo por algo más mediocre.
El quería hacer una cosa fácil. Y en efecto salió así, pero además era brillante.
-“¿Se acordarán en Serón todavía de ella?”
Hablando de aquel magnífico coro, recuerda a gente que participó: “los hermanos Bono, Luis el Telegrafista, Juanico y Pepe de Juan Francisco, González, el Bailina...
Como solistas indiscutibles estaban Carmencica la Roca como soprano y Miguel Reche como tenor.”
-“Cuando la ensayábamos (me parece recordar que era en la ermita), no había problemas para acompañar al teclado: le decía a Inmaculada, o a Remeditos la de Faustino (¡qué buenos pianistas ha habido siempre en Serón!): Ponte tú y acompáñanos. Y en seguida teníamos organista.”
Le pregunto: “Por cierto, D.B., ¿quien tocó el órgano para su misa en el día de la coronación?” Y con naturalidad no exenta de sorpresa (naturalmente) contesta: “Paco, la tocaste tu” (¡vaya memoria la mía!).
-“La Coronación de la Virgen significó la primera coronación canónica en la Provincia. La propuso don Francisco y el pueblo se echó p’alante (sic). Fue una vivencia intensa”.
Cuando la inauguración del órgano preparó la misa “Te Deum laudamus”, de Perosi, acompañándonos un gran concertista –García Romano, organista de las Angustias, de Granada- que por la tarde dio un concierto (podría ser precedente de los que suelen ofrecer las hijas de Juan el de Luis de Mariano todos los años por las fiestas).
-“Por cierto que en él tocó una adaptación de la 5ª Sinfonía de Beethoven, y es la versión más hermosa que yo he escuchado en mi vida: ¡qué buen organista y qué buen órgano!”

Tiene recuerdos muy buenos del pueblo. La gente respondía. Guarda un especial recuerdo de Fuencaliente donde desarrolló su labor propia sacerdotal casi con total autonomía (se siente muy impresionado cuando aludo a la triste muerte del compañero Jesús Martínez Cano, de la que no sabía nada).
Cuando cesó en Serón, fue sustituido por Antonio Cañabate. D. Francisco conseguía que le mandaran coadjutores que fuesen también expertos en música para que se siguiese en la línea marcada. Cañabate, más moderno, dirigió a la Banda en un momento en que se había quedado sin director. Da testimonio de ello el amigo Néstor en esta misma web, en las historias de la Banda.

-“Había una buena banda y un buen coro.
Ahora hay una buena rondalla en Serón. La he visto varias veces en la televisión.”

-“En Serón vivía en la 2ª planta de la Casa Parroquial. Al lado de mi habitación tenía don Francisco el cuarto donde criaba los canarios ¡qué locura de cantos!. Tenía además 2 canarios en el coro, a ambos lados del órgano; y cuando tocaba, se ponían a cantar. Recuerdo que en la pieza “En los jardines de un monasterio” había una imitación de pájaros: cuando llegaba ahí se ponían los canarios a cantar; parecía un milagro” (seguro que lo era, don Bernardo).

Recuerda gente. “Vi al Leíto (así le llamamos por haberlo tratado cuando era muy niño y nosotros ya mayores) en televisión con su hermana Remeditos. Presentaba ésta un libro. Al poco de venirme de Serón murió su tía Dª Carmela”.

Le insinúo que se hacía querer. Y él regatea diciendo que “a la gente es por donde le da (no anda descaminado). Ya puedes hacer milagros: como caigas mal...”

Entre los muertos recientes de Serón (estamos en Navidad) le informo de la muerte de Pacita. Por supuesto que lo sabe por la cuñada de ésta, la mujer del Luis el Zarza que precisamente vive en Antas. Me pregunta por el Néstor, hijo adoptivo de la buena mujer y le informo de que está en Madrid, con una empresa relacionada con lo que había hecho toda su vida en Serón.

Cuando él llegó al pueblo hacía tiempo que habían pasado las revueltas de Don Alejo y don Francisco (don Francisco, sí; don Alejo, no), que, al parecer, habían dividido a la feligresía.. D.B. me dice que lo que él había oído de la gente era “don Francisco, sí y don Alejo, también” (puede ser verdad, dada su buena memoria; o más bien un desideratum, dada su extrema bondad).
Con don Francisco (familiar suyo) había tenido una gran unión. Y con todo el pueblo.

Recuerda que tocó por última vez el órgano cuando las bodas de oro de don Francisco, en el 98.
-“Hubo su pequeña sorpresa porque le llevaron la Escolanía de Guadix, que le gustaba mucho, sin que él se enterara hasta que empezaron a cantar. Como iban vestidos de monaguillos, uno de los acolitillos del pueblo se llegó a don Francisco para decirle: “Hay una gran cantidad de acólitos en la calle”. Y él contestó: “Pues que pasen y ayuden en la Misa”.
Próximamente él también va a celebrar sus bodas de oro sacerdotales.

Al despedirnos finaliza con estas palabras: “De Serón tengo recuerdos muy buenos, muy buenos, muy buenos”.
Por Paco Cánovas Domene


D. Bernardo Ávila nació el 11 de mayo de 1930 en la localidad almeriense de Antas, a cuya feligresía viene dedicando su sacerdocio desde 1979, (por lo tanto es cura pilongo), con alguna alternativa a otras parroquias. Realizó sus estudios en el Seminario Diocesano San Indalecio y fue ordenado presbítero en Vélez Rubio, el 14 de junio de 1959. Pasó en el mes de agosto, de ese mismo año, a la parroquia de Vélez Blanco como coadjutor. Antes de acabar el curso, en junio de 1960, el obispo le designó coadjutor de la parroquia de Serón y encargado de una de sus pedanías: Fuencalinte. Al quehacer pastoral de D. Bernardo se enconmedó posteriormente, en 1966, la parroquia de Abrucena con el nombramiento de Cura Ecónomo de ésta, añadiéndose, desde 1966 hasta 1977, el encargo de Escúllar y Doña María, a partir de 1973. Todo ello junto con la nueva fundación de las Dominicas Rurales de Abrucena.

Dejó esta zona en 1977 cuando, el 30 de julio, fue nombrado Ecónomo de la parroquia de La Sagrada Familia de Herrerías-Villaricos, anejo de Cuevas del Almanzora, a la vez que se le designó para colaborar en la pastoral de Vera. Dos años después, en septiembre de 1979 y sin abandonar a la feligresía de Herrerías, fue nombrado párroco de su localidad natal: Antas. Hasta que en octubre de 1986 se le añadió el encargo de Zurgena, hasta septiembre de 1988. Con posterioridad y hasta 1990 volvió a recibir el encargo de esta parroquia. En el 2000, se añadió a esta encomienda la parroquia de Los Gallardos.

D. Bernardo ha sido párroco de Santa María de la Cabeza de Antas desde 1979, hasta que, por razón de edad, presentó su renuncia en 2005. Monseñor González Montes, obispo de Almería, prorrogó su encomienda pastoral nombrándole administrador parroquial de Antas, junto con la de Nuestra Señora de las Huertas de Aljariz, cuya atención pastoral también venía desempeñando desde 1979.

En Serón siempre se le ha tenido en el corazón, por su gran vocación que demostró, y sus dotes al organo parroquial. D. Francisco Guerrero decía que le hacía hablar al organo.

(Antonio Jesús Fernández Sáez)

sábado, 1 de mayo de 2010

EL CRISTO DE CABRA Y SERÓN


En 1637, Felipe IV nombra al burgalés Jerónimo de Sanvitores, como corregidor de Guadix, Baza y Almería, y este trae consigo una devoción arraigada en Burgos que después se extendería por muchas lugares de España, se trataba del Cristo de Burgos, conocido como el Cristo del Faldón o el Cristo de los Huevos, porque a los pies de la cruz aparecen tres piedras redondeadas.

Jerónimo de Sanvitores manda hacer una copia del lienzo, y camino hacia el sur, los arrieros que lo transportan, pasan por Cabrilla donde se detienen para descansar.
En esos días que permanecen en el pueblo suceden unos acontecimientos milagrosos, que rápidamente son atribuidos a la presencia de la imagen, extendiéndose rápidamente la noticia las gentes acuden en masa, iniciándose un gran fervor popular.

Los vecinos del pueblo deciden apropiarse del cristo, negándose a que siga su camino hacia Guadix donde estaba siendo transportado. Su propietario, Jerónimo de Sanvitores ha de iniciar varios pleitos para su recuperación, que finalmente se resuelven con la mediación del Cardenal Moscoso, Obispo de Jaén, acordándose la concesión de unos beneficios para el propietario a cambio de la propiedad del lienzo para el municipio y la confección de unas copias que hoy se conservan en la Catedral de Guadix y otra en la Iglesia Mayor de Baza.

Paralelamente a estos sucesos de Cabrilla, en Serón se vive con emoción el estreno de su recién acabada Iglesia Parroquial, organizándose instituciones de carácter seglar como la Hermandad del Santo Entierro de Cristo. Pero con las noticias llegadas de Cabra surge el interés y se despierta gran devoción hacia este Cristo, iniciándose las peregrinaciones de vecinos de Serón en el mismo año de 1637 para venerar su imagen. Estas peregrinaciones continuaron hasta comienzos de la Guerra Civil.
Ese mismo año, los vecinos de Serón encargan un pedestal de mármol para regalar a Cabra, en el que se graba la siguiente inscripción:

“Esta cruz se
hizo a cos
ta de los ve
zinos de la
villa de Seron
del rio de Alman
zora por
su devocion
año de 1638”

El 31 de Enero de 2007 El Pleno del Ayuntamiento de Cabra decide poner el nombre de Serón a la plaza, en la que desde aquellas fechas está colocado el monolito, descubriéndose una placa conmemorativa en Agosto del mismo año, con la presencia de las Corporaciones de los dos pueblos.

Por Antonio Jesús Fernández Sáez.


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