domingo, 31 de enero de 2010
En el Castillo de pena
debajo de la la campana
casas de adobe y arena
villapobreza y su hermana.
Con peligro de hundimiento
desde el muro a los tejados
sin un saco de cemento
en malos tiempos pasados
Colchonetas y colchones,
tened en cuenta este dato
entre basura y cartones
en paz muerto yace un gato.
Yo pido con sentimiento
aunque me importe un comino
que le den enterramiento
al pobre de ese felino
Según las autoridades
no es un tema competente
sin riesgo de enfermedades
se puede alarmar la gente.
Decidme , decidme a quíen
mi súplica yo dirijo
si los que mandan no ven
y el gato le importa un pijo
Oh callejones maltrechos
legíos desangelados
se derrumbaron los techos
y por el suelo tirados
Oh calles de la amargura
nidos de miseria y ratas
en tiempos de gran finura
de trajes y de corbatas...
sábado, 23 de enero de 2010
Una paloma se ha posado en mi jardín
muerto hacia la media de aquella noche
en que los árboles con hacha talaron
y sus flores hacia la tesitura del limbo.
Y los chorros de su fuente espectral
transparencias de licuos cristales
que se pierden al instante del cáliz
de plata en rejas de espacios de oro.
En las moreras, pajarillos de fuego
anidan huevos de piedra marmórea
para trazar bancos de roca viva
con la fuerza y poderío del diamante.
En nada más quedó mi Plaza muerta
entre sus claros rellenos de viento
con la magnitud del tobogán de colores
en el silencio de anhelos de infantes
viernes, 22 de enero de 2010
No se si es mi Plaza rincón exótico
morboso, prohibido, turbio, anormal
con ese diseño raro y caótico
vocación odiosa agroforestal.
Yo la verdad, me pongo neurótico
pensando en caer en pecado mortal
me parecen sus bancos, colchón erótico
y una rubia tumbada, cama fatal.
Y va mi pesar desde el sentimiento
que sumida mi Plaza en su aislamiento
morirá poco a poco de soledad.
En torno a ella, jardines mundanos
gestores de enchufes, recursos humanos
germinan sus flores en la intimidad.
miércoles, 20 de enero de 2010
Se fueron las noches de magia
en los rincones repletos
de palomas invisibles
que trazaban en el cielo
lunas de arco iris.
Mi Plaza era la poesía,
y en el jardín del corazón
escribo versos sangrantes
de rosas muertas.
¡Ay jazmines mudos
perdidos en los azahares
en que vaga la alevosía
de inciertas madrugadas!.
Tus losas de mármol transitan
por la nocturnidad de mis sueños
anclados en días de antes
de hermosas flores.
Embargado por la pena lloro
el llanto de mis delirios,
entre tierra y peces, mis clamores;
tal vez llegó el fin del mundo
con las líneas suicidas
de bancos y moreras secas
que amargan lo cotidiano
y asesinan esperanzas.
domingo, 17 de enero de 2010
¡Ay lo que estoy padeciendo!
¿Por qué mi Plaza llorando?
¡el agua se está perdiendo,
está su Fuente enfermando!
El doctor está llegando
con un equipo estupendo
con llave inglesa apretando
un grifo duro tremendo.
Un concejal está al mando
mientras Cicerón oliendo
la gente se está acercando
al charco que va creciendo.
Y en el mercado comprando
calzones sin un remiendo
de muy cerca estoy mirando
me parto el alma riendo
La Fuente se está arreglando
ya brota un caudal horrendo
¡ala, vocead un bando
que está el manantial fluyendo!.
jueves, 14 de enero de 2010
BARSA MADRID EN EL BAR CASABLANCA
Dice Rafa, el “No empieses”
que a este Madrid de Ronaldo
el Barsa le dará con creses
cuatro o seis tasas de caldo.
Estoy de acuerdo, Rafael
porque en el equipo merengue
se visita en exceso el burdel;
resultado: su juego blandengue
Yo se que tú te sientes culé
y José Antonio, madridista
para no amargarte el café
quitó el escudo Blanco de la vista.
No quisiera yo que por esto
tu yerno que es medio sobrino
conmigo se sienta molesto
y me niegue un vaso de vino.
Yo en el fútbol soy imparcial
pero me gusta ver al Almería
con su juego y su toque angelical
acosando a su rival en la porteria.
domingo, 10 de enero de 2010
HABLANDO POR HABLAR CUANDO EL FRIO APRIETA
Dice Enrique el Maginés
que ha visto un barco en la tele
y de lo grande que es
que casi le da un telele
Yo le he dicho, -¿no me mientes?
-qué va, y con unas grúas gigantes
como palillos de dientes
cogen troncos espeluznantes.
Porque transporta maderas
desde el país de la Conchinchina
con bastante combustible en sus calderas
para no quedarse sin gasolina.
De largo tenía...., yo no se cuanto
y la parte de la proa delantera
llegaba casi con un mes de adelanto
a su destino, que la popa trasera.
Mira Enrique, no me lo creo
y como yo, mucha gente de Serón
-¿que no?, pregúntale a Leo
o al mismísimo ingeniero Cicerón.
No te preocupes... lo haré.
viernes, 8 de enero de 2010
Oh Plaza, dime tu dónde
si bajo la rejilla fría que el agua
traga, tu belleza esconde
como la flor que tapó la enagua.
Porque ciego de pasión yo no
veo más que espacios torpes
tus bancos, fichas de dominó
que el viento derribó a golpes
Esas figuras marmóreas
trazos de lineales esculturas
indefinidas, lúgubres, etéreas
como losas de grises sepulturas.
En el crepúsculo del Invierno
en la frontera de mis ojos
se extienden las llanuras del infierno
la modernidad en despojos
Y busco flores a la aurora
entre trineos de bandurrias y laudes
en su ausencia mi alma llora
sin alegrías ni virtudes
y allí, junto a la Palmera
simulando un rincón resplandeciente,
se pueden ver desde afuera
los colores de tu fuente.
La mayoría de las veces
el mundo es cruel, miserable
y domina el mal con creces
el carnet, lo más rentable
A España que tocó el Cielo
la miseria se le asoma
y se arrastra por el suelo
la peste, su único aroma
Esta nación se derrumba
y Zetapé no percibe
que nos lleva hacia la tumba
donde la tristeza vive.
Pues con su mano atrevida
nos apuñaló el futuro
y disfruta buena vida
siendo un tonto, lo aseguro.
Dando en el reloj la hora
repiques de desaliento
el rufián que nos devora
sigue feliz y contento
mientras el dolor comprime
a quien el hambre aglutina
habrá algún chupón sublime
con existencia divina.
Pobre español, mala suerte
enfermo de un mal profundo
estás condenado a muerte
si no emigras por el mundo
Yo le pido al rey divino
que en mi vejez prematura
pueda disfrutar del vino
sin tener que hacerme cura
domingo, 3 de enero de 2010
Nunca viajé por el Rio de la Plata
ay qué pena, qué tristeza, qué dolor
se desfogaba mi alma con una lata
dándole patadas por el Bolonor.
Con trayectoria emigrante
familiares en las Minas de Cardona
nunca supe de Valencia y Alicante
y mucho menos de Barcelona.
Recuerdo que me llevó a Almería
Arturillo de Remedicos Miralles
ay qué emoción, qué alegría
al ver el mar y la anchura de sus calles.
Poca telandra pude acumular
con perras gordas por la raja de mi hucha
lo más cerca que estuve de la mar
eran la cajas con sardinas de Garrucha.
Porque yo nunca salí de Serón
y todas las gripes las pasé en mi cama
por eso vivi con preocupación
aquel traslado a la Ciudad del Pijama.
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