martes, 5 de abril de 2011


Cuando el señor Olegario
es presa de ataque vil
se va a la Guardia Civil
cobijo de su calvario.

De flácida consistencia
sin talante ni correa
a la menor sugerencia
en los calzones se mea.

¡Oh roja luz de ambulancia
sanitaria de la Junta
puñal de su petulancia
le pone el pelo de punta!.

Con cachondeo bravucón
sin una limpia conciencia
después un pobre llorón
clamando benevolencia.

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