Mis queridísimos amigos pesarosos:
Anoche vi a Javier Arenas y parecía que se había tragado una tranca de aquellas que teníamos antes en las casas para asegurar la puerta; normal, había perdido.
Me llamó la atención, en ese balcón en el que celebraban la derrota, una mujer que creo que es Ministra de algo, que parecía pasarlo muy bien, tenía una boca de risa que le llegaba de oreja a oreja.
En ese momento me vino a la cabeza una historia:
La primera vez que ganó Paco Borja las elecciones, me encontraba con dos o tres sentado en el tranco del Tío Antonio Domene. Bajó Bailina con cara seria, aunque no era de los que las derrotas le quitaban el sueño. Dos minutos después, pasó uno de su lista, loco de contento porque había salido elegido concejal. Hay gente que se conforma con cualquier cosa, en aquellos tiempos con tal de figurar y en éstos, por tener acceso una paguilla, aunque sea de opositor.
Quiero decir con esto, que no hay que culpar al electorado porque cada uno es libre de votar lo que quiera (aunque en Andalucía esa Libertad está secuestrada por la miseria) pero teóricamente el voto es libre.
Yo me pregunto una cosa, ¿ha habido oposición en Andalucía?. Ninguna. Yo conozco algún diputado y diputada nacional y autonómico del PP, que le viene tan grande el cargo como a Carreño las chaquetas. Gente sin preparación ninguna que, por circunstancias de los posicionamientos políticos, han llegado a unos cargos para los que, por sus conocimientos, nunca habrían ocupado. Les tocó la lotería con su elección y se han dedicado a vivir estupendamente de sus ingresos.
La oposición juega un papel muy importante en la democracia que es la de oponerse, ese es juego. Cuando ésto no se ha hecho, lo que no se puede es esperar a que la breva madura te caiga en la boca y en Andalucía mucho menos, porque las brevas se han fosilizado en las ramas a la vez que éstas en el tronco y el tronco con las raíces.
Por tanto, menos justificaciones y más autocrítica porque en en PP, hay tantos inútiles o más por metro cuadrado que en el PSOE.
Al Sr. Arenas deberían de darle una embajada en Andorra, en Malta o mejor en las Malvinas, allí podría hacerle oposición a las focas y los pinguinos.
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