viernes, 27 de febrero de 2009

hundido por la crisis

Paco, no quieras con mi llanto deleitarte
no me recuerdes lo que estoy perdiendo
aquella alegría que llevé como estandarte

No traigas a mi memoria el triste recuerdo
lo que fue la gloria, transformada en pena;
me arranco los pelos, las uñas me muerdo

¡Cómo imaginar la deriva a una condena
sintiéndome a veces, poderoso y fuerte
y se va con el otoño mi esperanza plena!.

¿Conoces a alguien con tan mala suerte?
roto por el dolor me envuelvo en duelo
si busco vida, hallo la calavera de la muerte.

Sin perder la fe, le grito al Rey del Cielo
que aparte de mi, el cáliz del espanto
y traiga a mis labios la copa del consuelo.

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