A veces cuando me miro en espejo
veo cierto que el paso de amaneceres
hicieron en mi rostro los deberes
y no me reconozco dentro de mi pellejo
Año tras año el tiempo y sus poderes
al rechazar el cristal su vil reflejo
deja en mi rostro un gesto circunflejo
están llamando a mi puerta atardeceres.
Créeme amigo Pacoj, que no me quejo
ya que pude disfrutar de los placeres
de vez en cuando saborear el vino añejo
Y recuerdo con cariño a las mujeres
que tuvieron conmigo su asuntejo
bajo la luna, ¡qué dulces anocheceres!
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