jueves, 25 de febrero de 2010
Perdida mi alma en las sinfonías
cargadas de abstracciones,
me quedo con aquellos días
felices de mis callejones.
El sonido de un pájaro confunde
inocentes ideales
mientras, mi infancia se hunde
por el barro en los bancales.
Tengo la percepción de un niño
atento al sonido de los astros;
de lejanos acordes de cariño
persigo rastros.
Desde entonces mi camino
de piedras, a golpes de ilusión,
entre botellas y vasos de vino
por los bares de Serón.
miércoles, 24 de febrero de 2010
Alrededor de una sartén de migas,
muy campechana,
se divierte con sus amigas
la ministra Bibiana.
Espatarrada en una silla de aneas,
unos muslos sin llagas,
ella quiere que veas
su tanga o sus bragas.
La intimidad sexual
no esconde ningún secreto
según tesis gubernamental
publicada en un Decreto.
¡Adiós a los guantes de lata
adolescente bisoño
a tu servicio está el mapa
explicativo del coño!.
viernes, 19 de febrero de 2010
A las puertas de la muerte
herida mi pobre España
¡y no tendremos la suerte
sea el Gobierno su compaña!.
Destrozada sin consuelo
la penosa imagen de ella
son cristales por el suelo
al romperse una botella
Zapatero estupefacto
no lo alcanza a comprender
por eso ha llamado al pacto
desde la tribuna ayer.
Ahí os envío a Pepiño
a Sebastián y Salgado
para arreglar el desaliño
de este pais arruinado.
El de Trabajo, Corbacho
con la Vicepresidenta
que pasen por mi despacho
para recibir la cuenta..
Y ya presto sin tardanza
viajará toda la tropa
a predicar la confianza
por los rincones de Europa
La culpa fué del ladrillo
la política de Aznar
yo llegué aquí hace un ratillo
y me acabo de enterar.
Mis medidas, las siguientes:
recortaré las pensiones
que todos los delincuentes
disfruten de vacaciones.
Subvenciones por el mundo
sean los euros a millones
hasta el rincón más profundo
dinero a los maricones.
Cuidaremos el detalle
limando crudas aristas
que la tela no le falle
a comediantes y artistas.
Y no olvidemos a Chaves
porque es justo y necesario
encomendarle las llaves
de la caja del erario.
Así yo lo hice ministro
por su actuación tan prolija
acopiando suministro
al hermano y a la hija.
Porque siempre fui sincero
me someto a vuestro amparo
¿quién si no que Zapatero
para sacaros del paro?
martes, 16 de febrero de 2010
Si, la gente está harta
de la justicia y la policía
solo radares para amargar el día
y no aparece el cuerpo de Marta.
Desde la mar a Sevilla,
entre los grajos del vertedero
no existe picoleto ni madero
que le traiga a la familia su chiquilla.
Rubalcaba es la eficacia
defendiendo al pueblo llano
y las multas las dibujan con la mano
atracando al conductor con contumacia
Ojito en la carretera
que esta España en velatorio
la quieren salvar por lo ejecutorio
con lo poco que nos queda en la cartera.
domingo, 14 de febrero de 2010
Sin esfuerzo ni trabajo
Serón-Menas desfilando
con su compañero el Majo
una gran tuba tocando.
Dos por cuatro, ligadura
marcan la nota al acento
lo dice en la partitura
la música es movimiento.
Hossanna, la Pilarica
Plaza de Arriba a la vista
al pasar por la Botica
ya suena el Evangelista
Este músico excelente
que es hijo de Manolico
igual toca Penitente
que un pasodoble bonico.
Tras un rebote enojado
dice perdió la ilusión
porque su honor fue atacado
en el foro de Serón.
Y yo te digo mi amigo
que no te puedes marchar
el Chavo no es tu enemigo
mejor pelillos al mar.
sábado, 13 de febrero de 2010
EL CRIMEN DE ALCÓNTAR EN 1934
hacer clic sobre la imagen para ver
Queridisimo Alconaiza, permíteme que te cuente una historia que sucedió por aquellos años años convulsos anteriores a la Guerra Civil desarrollada en los paisajes agrestes de nuestra España.
Tengo que decirte que la he recogido de internet; un recorte de un periódico que se llamaba “El Heraldo de Almería”. He intentado colocarlo aquí, pero mis conocimientos de las nuevas tecnologías de los kilobais son escasos y me ha sido imposible, así que no me queda más remedio que meterte este rollazo para hacerte llegar aquellos acontecimientos luctuosos.
Te advierto que estos hechos, no hacen referencia ni a papas, obispos, curas etc; los protagonistas principales son un médico y un alcalde.
Se desarrolla en un pueblo de por ahí arriba, donde los pajarillos beben las primeras aguas del río Almanzora, el mismo que pasa por la alamea de la Fuente de San Juan y por la Boquera del Pago. En aquella época el pueblo era conocido por el nombre de Alcóntar, lo mismo que hoy. (casualidades de la vida).
En 1930 llega a la susodicha localidad como médico titular un licenciado de unos 43 años aproximadamente, según parece soltero y con la única compañía femenina de su señora madre, conformando su equipaje un maletín con sus ropas, consistentes en unos calzoncillos agujereados y unos calcetines de lana, además de las herramientas de su profesión, así una cuchara de hierro para mirarle a los chiquillos la garganta apretando con el rabo la lengua mientras los pacientes decían “aaaaaaaaaaaa”. y un reloj de bolsillo colgado de un botón del chaleco, que a parte de indicarle la hora, le servía también para tomar el pulso de los pacientes. Eso era todo, llegó más que tieso.
Al poco tiempo comenzaron los problemas. Aunque la cosa no está muy clara, todo parece indicar que fueron cuestiones políticas las que hicieron insostenible la relación del recién llegado doctor con las autoridades locales.
La noticia comienza diciendo, que en 1934 el ayuntamiento mantiene una deuda con el médico de unas 4.000 pesetas, lo que está llevando al sanitario y a su madre a pasar hambre. (Hambre, Alconaiza de mi alma...., eso que se siente cuando no hay nada que llevarse a la panza y por suerte nosotros no hemos conocido aún).
Es entonces que el señor doctor que se llamó siempre don Antonio Rivera Fernández, se desplazó a la capital para exponer su caso al presidente del Colegio de Médicos y escuchadas las quejas, éste decide que lo mejor es ponerlo en conocimiento del Gobernador Civil para que tome cartas en el asunto. Y fue que así lo hizo, mandando un oficio al edil principal de nuestro vecino pueblo para que empezara a abastecer de moneda los bolsillos del famélico galeno.
Dice también la crónica que el doctor Rivera (no sabemos de qué rivera), aprovechó el viaje para recoger un suministro de vacunas infantiles en la Inspección Médica Provincial.
De vuelta a la localidad de “los Charlillos”, el doctor de Las Riveras Imposibles, se dispuso a administrar las vacunas en la escuela de las niñas femeninas. Y sucedió que estando entregado en su labor se presentó el señor alcaide diciendo que sus hijas hembras no se iban a vacunar porque la citada vacuna les habia sido administrada por otro doctor de un distinto distrito. La señora maestra que se encontraba presente le exigió al mencionado mandamás que acreditase mediante certificado la administración de esa vacuna pertinente a las hijas de su sangre.
Bueno, aquí se lió la marimorena, el alcalde le echó en cara al doctor hambriento que le hubiese ido al Gobernador poderoso a darle las quejas, a la vez que le llamaba hijo de fulana de tal o de cual delante de las educandas.
Ante tan graves insultos, la señora maestra nacional se permitió el lujo de mandar a la primera autoridad arconteña a donde picó el pollo ( en aquella época los pollos picoteaban excrementos innombrables por cualquier calle), es decir a la rue o la rua infecta.
El alcalde del pueblo (donde don José fue cura unos venticinco o treinta años después, aquel que llevaba una boina con cagadas de moscas y una sotana roída por los ratones), se salió a la calle pero no con buenas intenciones. Avisó a unos compinches y se atrincheraron armados con escopetas en las esquinas cercanas a la escuela en espera del doctor.
Habiendo terminado el hambriento su trabajo medicinal en formato de vacuna en la citada escuela angelical, dispuso sus pasos hacia la calle con intención de alcanzar su casa situada frente al liceo de primera enseñanza nacional republicana.
En el momento que puso el primer zapato al otro lado del tranco exterior empezaron los disparos contra su propia persona objetiva.
Su señora madre, al escuchar los tiros salió a la puerta y en segundos comprendió lo que pasaba. Se abalanzó sobre uno de los tiradores que escopeta en mano disparaba al hijo de sus entrañas derribándolo en el mismo suelo de tierra y piedras pavimentosas; el escopetero perdió su arma en la caída. El doctor que volaba hacia su casa en medio del tiroteo del que conformaba su único blanco puntual, cogió a su madre con una mano y la escopeta del tirador desarmado con otra y comenzó a disparar al bulto hacia donde creía le venían los disparos mortíferos, mientras alcanzaba la puerta de su casa para refugiarse.
Don Antonio, el médico acreedor de honorarios, no sabía que uno de sus disparos defensivos habia alcanzado de lleno al alcalde electo de la República, ocasionándole la muerte fulminante. Los compañeros del muerto al comprender el desastre hicieron intención de pegar fuego a la casa donde el asesino involuntario se había escondido junto a su señora madre debajo de una cama.
En todo esto, los vecinos de Alcóntar acudieron al lugar de la refriega e impidieron a los atacantes hacer carne a la plancha con las personas del hijo y la anciana.
Alertadas las autoridades uniformadas y con triscornio a la testa, acudieron al lugar y se llevaron al señor Rivera a la cárcel de Serón. Enterado el vecindario de este pueblo, que es el nuestro, de las vicisitudes que habían dado con los huesos del médico en nuestra cárcel de la Plaza Nueva (Esa que nos han destrozado recientemente), se organizó una manifestación espontánea en solidaridad con el detenido.
Desde la capital se desplazaron a Serón las autoridades médicas para interesarse en la persona de don Antonio y se dispuso una pensión para que su señora madre no quedase desamparada por el ingreso en prisión de su hijo amado.
Bueno Alconaiza, así fueron las cosas. Un año después se celebró el Juicio sumarísimo contra la persona doctoral acusada de homicidio o asesinato con victima de autoridad alcaldicia, lo que se suponía un agravante de los cargos acusatorios; pero el excelso Tribunal, haciendo un análisis de los considerandos formales y objetivos, estimó en sentencia estimatoria que el acusado había actuado en la legítima defensa de sus intereses personales, vitales y humanos, así como en los idem de su señora madre cargada en años. El preso fue puesto en libertad absolutoria.
Es en este momento, amadísimo amigo Alconaiza, que perdemos el hilo de la historia. Tras su puesta en libertad no sabemos dónde se encaminaron los pasos de don Antonio. Tan solo, otra noticia del intranet profundo nos dice que un tal don Antonio Rivera Fernández, médico y falangista, es asesinado por los rojos en el mes de Septiembre de 1936 y que el Colegio de Médicos de Almería le da de baja en Diciembre del mismo año. (Pienso que fue acertada la decisión ya que el médico en adelante no podría hacer frente a los recibos mensuales).
Un saludo amigo.
Queridisimo Alconaiza, permíteme que te cuente una historia que sucedió por aquellos años años convulsos anteriores a la Guerra Civil desarrollada en los paisajes agrestes de nuestra España.
Tengo que decirte que la he recogido de internet; un recorte de un periódico que se llamaba “El Heraldo de Almería”. He intentado colocarlo aquí, pero mis conocimientos de las nuevas tecnologías de los kilobais son escasos y me ha sido imposible, así que no me queda más remedio que meterte este rollazo para hacerte llegar aquellos acontecimientos luctuosos.
Te advierto que estos hechos, no hacen referencia ni a papas, obispos, curas etc; los protagonistas principales son un médico y un alcalde.
Se desarrolla en un pueblo de por ahí arriba, donde los pajarillos beben las primeras aguas del río Almanzora, el mismo que pasa por la alamea de la Fuente de San Juan y por la Boquera del Pago. En aquella época el pueblo era conocido por el nombre de Alcóntar, lo mismo que hoy. (casualidades de la vida).
En 1930 llega a la susodicha localidad como médico titular un licenciado de unos 43 años aproximadamente, según parece soltero y con la única compañía femenina de su señora madre, conformando su equipaje un maletín con sus ropas, consistentes en unos calzoncillos agujereados y unos calcetines de lana, además de las herramientas de su profesión, así una cuchara de hierro para mirarle a los chiquillos la garganta apretando con el rabo la lengua mientras los pacientes decían “aaaaaaaaaaaa”. y un reloj de bolsillo colgado de un botón del chaleco, que a parte de indicarle la hora, le servía también para tomar el pulso de los pacientes. Eso era todo, llegó más que tieso.
Al poco tiempo comenzaron los problemas. Aunque la cosa no está muy clara, todo parece indicar que fueron cuestiones políticas las que hicieron insostenible la relación del recién llegado doctor con las autoridades locales.
La noticia comienza diciendo, que en 1934 el ayuntamiento mantiene una deuda con el médico de unas 4.000 pesetas, lo que está llevando al sanitario y a su madre a pasar hambre. (Hambre, Alconaiza de mi alma...., eso que se siente cuando no hay nada que llevarse a la panza y por suerte nosotros no hemos conocido aún).
Es entonces que el señor doctor que se llamó siempre don Antonio Rivera Fernández, se desplazó a la capital para exponer su caso al presidente del Colegio de Médicos y escuchadas las quejas, éste decide que lo mejor es ponerlo en conocimiento del Gobernador Civil para que tome cartas en el asunto. Y fue que así lo hizo, mandando un oficio al edil principal de nuestro vecino pueblo para que empezara a abastecer de moneda los bolsillos del famélico galeno.
Dice también la crónica que el doctor Rivera (no sabemos de qué rivera), aprovechó el viaje para recoger un suministro de vacunas infantiles en la Inspección Médica Provincial.
De vuelta a la localidad de “los Charlillos”, el doctor de Las Riveras Imposibles, se dispuso a administrar las vacunas en la escuela de las niñas femeninas. Y sucedió que estando entregado en su labor se presentó el señor alcaide diciendo que sus hijas hembras no se iban a vacunar porque la citada vacuna les habia sido administrada por otro doctor de un distinto distrito. La señora maestra que se encontraba presente le exigió al mencionado mandamás que acreditase mediante certificado la administración de esa vacuna pertinente a las hijas de su sangre.
Bueno, aquí se lió la marimorena, el alcalde le echó en cara al doctor hambriento que le hubiese ido al Gobernador poderoso a darle las quejas, a la vez que le llamaba hijo de fulana de tal o de cual delante de las educandas.
Ante tan graves insultos, la señora maestra nacional se permitió el lujo de mandar a la primera autoridad arconteña a donde picó el pollo ( en aquella época los pollos picoteaban excrementos innombrables por cualquier calle), es decir a la rue o la rua infecta.
El alcalde del pueblo (donde don José fue cura unos venticinco o treinta años después, aquel que llevaba una boina con cagadas de moscas y una sotana roída por los ratones), se salió a la calle pero no con buenas intenciones. Avisó a unos compinches y se atrincheraron armados con escopetas en las esquinas cercanas a la escuela en espera del doctor.
Habiendo terminado el hambriento su trabajo medicinal en formato de vacuna en la citada escuela angelical, dispuso sus pasos hacia la calle con intención de alcanzar su casa situada frente al liceo de primera enseñanza nacional republicana.
En el momento que puso el primer zapato al otro lado del tranco exterior empezaron los disparos contra su propia persona objetiva.
Su señora madre, al escuchar los tiros salió a la puerta y en segundos comprendió lo que pasaba. Se abalanzó sobre uno de los tiradores que escopeta en mano disparaba al hijo de sus entrañas derribándolo en el mismo suelo de tierra y piedras pavimentosas; el escopetero perdió su arma en la caída. El doctor que volaba hacia su casa en medio del tiroteo del que conformaba su único blanco puntual, cogió a su madre con una mano y la escopeta del tirador desarmado con otra y comenzó a disparar al bulto hacia donde creía le venían los disparos mortíferos, mientras alcanzaba la puerta de su casa para refugiarse.
Don Antonio, el médico acreedor de honorarios, no sabía que uno de sus disparos defensivos habia alcanzado de lleno al alcalde electo de la República, ocasionándole la muerte fulminante. Los compañeros del muerto al comprender el desastre hicieron intención de pegar fuego a la casa donde el asesino involuntario se había escondido junto a su señora madre debajo de una cama.
En todo esto, los vecinos de Alcóntar acudieron al lugar de la refriega e impidieron a los atacantes hacer carne a la plancha con las personas del hijo y la anciana.
Alertadas las autoridades uniformadas y con triscornio a la testa, acudieron al lugar y se llevaron al señor Rivera a la cárcel de Serón. Enterado el vecindario de este pueblo, que es el nuestro, de las vicisitudes que habían dado con los huesos del médico en nuestra cárcel de la Plaza Nueva (Esa que nos han destrozado recientemente), se organizó una manifestación espontánea en solidaridad con el detenido.
Desde la capital se desplazaron a Serón las autoridades médicas para interesarse en la persona de don Antonio y se dispuso una pensión para que su señora madre no quedase desamparada por el ingreso en prisión de su hijo amado.
Bueno Alconaiza, así fueron las cosas. Un año después se celebró el Juicio sumarísimo contra la persona doctoral acusada de homicidio o asesinato con victima de autoridad alcaldicia, lo que se suponía un agravante de los cargos acusatorios; pero el excelso Tribunal, haciendo un análisis de los considerandos formales y objetivos, estimó en sentencia estimatoria que el acusado había actuado en la legítima defensa de sus intereses personales, vitales y humanos, así como en los idem de su señora madre cargada en años. El preso fue puesto en libertad absolutoria.
Es en este momento, amadísimo amigo Alconaiza, que perdemos el hilo de la historia. Tras su puesta en libertad no sabemos dónde se encaminaron los pasos de don Antonio. Tan solo, otra noticia del intranet profundo nos dice que un tal don Antonio Rivera Fernández, médico y falangista, es asesinado por los rojos en el mes de Septiembre de 1936 y que el Colegio de Médicos de Almería le da de baja en Diciembre del mismo año. (Pienso que fue acertada la decisión ya que el médico en adelante no podría hacer frente a los recibos mensuales).
Un saludo amigo.
jueves, 11 de febrero de 2010
El ébano de la mugre
se extiende en mis callejones
lamparones de candíles
de aceite, manteca y grasa
que en las fachadas dibujan
el rostro de los fantasmas
Se ven presos de temblores
destilan sonrisas blancas
con un dolor de cadenas
cosidas por hojalata
de labio a labio en su boca
algunos dientes le faltan
Un aire frío y misterioso
recorre mi antigua calle
ya no suenan los acordes
al fuego de las guitarras
ni braseros bajo el hule
ni ceniza a la mañana.
Gritos de amor y ternura
de niños, miradas francas
mis callejuelas vibrantes
que los sueños me arrebatan
donde yo tuve mi cama
bajo una luna de plata.
miércoles, 10 de febrero de 2010
En un lugar no se dónde
de mi Plaza desolada
dicen que una flor se esconde
bajo las losas tapada.
Una rama deshojada
reseca como un sarmiento
se resistió a ser doblada
por los azotes del viento
Oh bancos de mármol frío
junto a la fuente clavados
las aguas no son del río
tus cantos no son rodados.
Oh chorros del Guadiana
que la rejilla se traga
y cuando le viene en gana
todo alrededor cenaga.
La poderosa palmera
que por el espacio trepa
sigue siendo la que era
desde la copa a la cepa.
lunes, 8 de febrero de 2010
Cuanto más viejo
voy muriendo
sonriendo
y más pellejo
Complaciente,
al reflejo y destello
del cristal bello
de un vaso de aguardiente
Amante de las flores
aquí, ahora mismo,
un espejismo
de gracia y colores.
Mi pueblo Serón
villa preciosa
maravillosa
mi adicción.
Por una cuesta
voy recordando
cuando
el sol se acuesta.
Y se muere
la vida y su historia
en la memoria
aunque no quiere.
jueves, 4 de febrero de 2010
Tener de Presidente
a un robagallinas
no es lo más prudente,
de ahí vienen las ruinas.
Darle un Ministerio
al pájaro de Chaves
nos lleva al cementerio
por si no lo sabes..
Si la María Teresa
sigue mandando
no quedará una empresa
lo estoy avisando.
El chusquero Rubalcaba
dirigiendo el Interior;
en prisión acaba
hasta el apuntador.
Corbacho ve muy claro
los asuntos de Trabajo,
mientras en España el paro
crece a destajo
Y el beato Zapatero
a rezar con Obama
aunque caiga un aguacero,
calentito en su cama.
miércoles, 3 de febrero de 2010
A mi me parece que Zapatero
es un chalao que todo lo enreda,
ha convertido España en un gallinero
y no existe mal que no le suceda.
En Europa dicen que Mister Bin
es el reflejo de su silueta
y siempre a su lado está la Pajín
con su cara de cebolla o de croqueta..
Pero esta niña tan preparada
en arte de bilibirloque monetario
se lleva cada mes como si nada
veinte mil euros redondos del erario.
Esta cifra la verdad que se me escapa
son setecientos diarios... yo calculo
ella se lo merece porque es muy guapa
mientras a los demás que nos den por culo
lunes, 1 de febrero de 2010
Quiero que me esperes
donde las moreras
si no desesperas
espérame, quieres?
En aquel rinconcillo
oculto en la sombra
que ni es ni se nombra
del pobre arbolillo.
Quien pudiera echar
un pétalo al viento
respirar el aliento
dulce del azahar
Ay maldito destino
mi jardín umbrioso
eras tan precioso
regalo divino
El calor del día
me lo hiciste breve
el invierno leve
con su noche fría
Qué mala suerte
del triunfo al fracaso
te ha salido al paso
la faz de la muerte
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