viernes, 26 de junio de 2009



Bajo el bosque enmarañado de su ceja
brillan las luces del conocimiento
¿Quién lo niega, quién se queja?
Si somos la causa de su sufrimiento

Y la cabeza cada día se parte
como aquel maestro de la historia griega
que un día descubrió el planeta Marte
después de arrasar la roja bodega.

Sobre sus despojos nos va a liderar
como aquel bombero que iniciaba el fuego
y fue tal la altura que llegó a alcanzar
que no hubo manera de apagarlo luego.

¿Quién no quiere oir, labios de azucena
quién de la miseria nos retrata un drama?
A veces se tizna su cara morena
porque Zapatero quiere ser Obama

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