Recibo un mensaje que pongo por su interés.
"En los acontecimientos ocurridos en la plaza del Tio Jose Antonio, en septiembre del 1923, puede que no fuera el General Ramirez quién se dirigió a los asistentes sino el General Sanchez Ortega (que seguramente estuvo alojado en la casa de los Ramirez) y se desplazó en varias ocasiones a Serón para mediar con el lider sindical Justiniano Bravo Fernández, secretario del sindicato minero impulsor de la huelga de Serón. Este sindicalista fué trasladado dadas las circunstancias acaecidas en Serón por dicho general a la Junta de Obras del Puerto de Almería".
Estimadísimos hermanos:
Ayer, en uno de los controles hospitalarios de mi cuerpo semiputrefacto fuí testigo de un hecho insólito.
Una enfermera, no se si comisaria política de la Junta social-comunista, me dijo que los beneficios hospitalarios que me dan son gracias a la generosidad de los dirigentes de la Junta de Andalucía.
Asombrado de su osadía le contesté: "Los servicios que recibo son por mis treinta años de cotización a la Seguridad Social".
Ella insistió: "Si usted estuviera en una comunidad del PP le harían pagar alguna cantidad", a lo que repliqué: "lo que tenías que hacer es irte a trabajar en vez de estar aquí haciendo de asustaviejos".
Ayer tarde me tropecé en Serón con una concentración contra los recortes, encabezada por Juan Antonio Lorenzo y quiero decirle algo. "Si te hubieras recortado tú el sueldo que te pusiste de 700.000 pesetas mensuales y no tirando el dinero de las subvenciones, en enchufados, en turismo rural, en imprentas, en museos, en plazas, en muros preñados, en Menas (tema que tocaremos en un apartado especial), no tendrías que manifestarte por ningún recorte. ¡Hay que tener cara!
Los que tendríamos que manifestarnos somos el resto de ciudadanos normales contra esa chusma de dirigentes, por habernos situado a la cola de la educación y fracaso escolar del mundo..
El otro día, uno de tus jefes Juan Antonio, un tal Valderas alias "el Butanero", explicando los recortes del Gobierno Andaluz, parecía que se había tragado una serpiente de cascabel, pero contra la tijera de esa panda de analfabetos no te manifiestas.
Por tanto, entre hachazos de Rajoy y los que tú le estás dando al progreso de Serón, mañana vas y guardas cinco minutos de silencio, de rodillas y bajo los clavos que le has puesto a la preñez del muro de la Plaza.
Pepe el Chavo, te quiero, si no fuese un hombre casado me arrejuntaba contigo.
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