LAS CALLES DE SERÓN

Las calles de Serón tienen el encanto
de espacios habitados por fantasmas concretos
a veces en una esquina se escucha el canto
de seres de ayer, hoy pelados esqueletos.

Y en ese laberinto surge la alegría
de flores que brotan de corazones sangrantes
en la Iglesia las campanas ya no tocan agonía
restándole a la muerte su impronta de antes.

Mi balcón poblado de macetas mudas
plantadas de geranios de orgullosos colores
hoy desflorado se bate en un mar de dudas
preguntándose qué fue de aquellos olores

Y sus calles fueron el cilicio de martirio
de mi infancia feliz de empedrados clamores
y verlas tan lejanas en sueños de delirio
causan en mi alma profundos temores.

Me da lo mismo que en nuestra Plaza
levanten una estatua a la arrogancia
en la Mona, un barquito de papel es mi barcaza
y juego en sus jardines de hermosa fragancia.

Porque las calles de Serón no tienen amo
si un día las corría libre como el viento,
aunque ya no estoy tan ágil como un gamo
me paseo con su recuerdo... y me contento.