martes, 17 de noviembre de 2009
TODOS LOS CAMINOS CONDUCEN AL MISMO SITIO
La verdad, jamás pensé que tras el vivir la nada,
en ese espacio vacío donde la muerte transita
desde muy pequeño supe de una vida ilimitada
de gozo o penalidades tras esta estancia finita.
Pero si un amanecer me sorprende dormido
cuando el sueño apague mis neuronas materiales
el cuerpo volverá a la tierra, de donde ha venido
y el alma vagará por los espacios siderales.
Las raíces de las hierbas del cementerio santo
serán mis compañeras de hospedaje eterno,
¡mi persona a este mundo se agarraba tanto
para luego quemarse en las brasas del infierno!.
Y aunque suplique piedad a los cipreses alados
arañando la humedad de la tierra hacia la aurora,
será mi tumba el barrote de los presos condenados
a la cadena perpetua en una celda acogedora.
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