Nací hace ya más de 75 años, en la cortijada de Los Sapos, lo más parecido a una aldea de la edad media. Creo que merece la pena que las personas que nacimos y vivimos en esas condiciones y aún podamos contarlo, expliquemos a los jóvenes cómo era aquello, con todo lo bueno y lo malo que tenía. Yo aportaré algunos granitos de arena o algunos puñadicos de la greda con que mi abuelo cubría nuestra humilde casa. Sería estupendo que algunas personas más se animaran... Empezaré con una poesía dedicada a la Loma:
Hoy me han llevado a la Loma
y me embargué de emoción,
en la ermita de mi boda,
donde di mi corazón.
He recordado las fiestas
de moros y de cristianos
que en las eras se montaban
en recuerdo del pasado.
Recordé mi adolescencia
y el día que me bautizaron
en el portal de la ermita
cuando tenía doce años.
Ha pasado mucho tiempo
y he andado mucho camino,
allá en la Loma dejé
pedazos de mi destino.
También dejé mis raíces
hundidas entre la tierra,
mi perdida juventud,
miles de vivencias bellas.
Siento que no volveré,
me despedí de la ermita
donde rezaba a la virgen
cuando yo era pequeñita.
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