martes, 1 de marzo de 2011
MI CONFESIÓN, POR PACO CÁNOVAS
Ante el Cristo del Consuelo
me postro, por pecador,
que Él juzga a buenos y malos
si nacimos en Serón.
Mis pecados yo confieso
sabiendo que no hay perdón
si no hay arrepentimiento
después de la humillación.
Ofendí con mi SOBERBIA
de fatuo y mal rimador
a esa mano generosa:
la mano del Creador.
Atenté con mi AVARICIA
de vasallo hacia el Señor,
reclamando independencia
sin callar con sumisión.
Me llevé de la LUJURIA
renunciando sin pudor
a acceder al sacerdocio
y ser un cura pendón.
Dominado por la IRA
entré en combate feroz
por salvar la libertad (/dignidad)
del foro teuveserón.
Arrastrado por mi GULA
-pues que soy gran bebedor-
escribí quebrados versos,
impropios de un profesor.
Soy lacayo por PEREZA,
nada lucré de valor,
ni de herencia de mis padres
ni de un hado protector.
Soy esclavo de la ENVIDIA,
envidia insana del boj
que en su verde lozanía
burla el paso del reloj.
Jamás perdón yo obtendría,
pues el delito mayor
del hombre es haber nacido...
y haber nacido en Serón.
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