Cuando en mi cuerpo el veneno
me rompe la paz, la calma
cuando de mierda y de cieno
se enturbia el fondo del alma.
Por siempre la suerte esquiva
el cariño otrora fuerte…
la vida pasa en dicha furtiva
andando rauda hacia la muerte.
Un mal sendero, pobre y mundano
por las mazmorras del cautiverio
solo y perdido, sin un hermano
que me acompañe hasta el cementerio.
Y cabizbajo al morir el día
trazo mis pasos con rumbo incierto
tal que un espectro que todavía
respira vivo, estando muerto.
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