jueves, 14 de mayo de 2009
DON FRANCISCO GUERRERO PEREGRÍN (AUTOR, ANTONIO JESÚS FERNÁNDEZ SÁEZ))
Don Francisco nació un 21 de Agosto de 1922 en Antas (Almería), una tierra rica por su agricultura y sus naranjos. Ya desde pequeño en un sorteo efectuado por unas monjas de San Vicente, tuvo la suerte de tocarle un cáliz pequeño; ya empezaba él a entender la llamada de Dios.
Ingresa en el seminario de Almería con trece años. Allí comienza sus estudios para el sacerdocio, y estalla la guerra civil, y vuelve a con su familia. En su pueblo, durante el conflicto, Un día que visitaba el cementerio vió los cadáveres de dos sacerdotes asesinados (creo que decía el de Turre y uno de los de Cuevas), pero a pesar de las persecuciones que hubo en la Guerra Incivil, sobre las personas religiosas, al terminar la guerra insiste y va al Seminario Mayor de Granada, ya que todos los seminarios de Murcia, Almeria, Guadix, Jaén y Málaga han sido destrozados por las fuerzas del frente republicano, y el arzobispo ve bién el reunir a todos los seminaristas en Granada, allí prosigue sus estudios de humanidades Clásicas hasta que se inaugura el nuevo Seminario de San Indalecio en Almeria, donde finaliza sus estudios de Filosofía y Teología.
Pero antes de terminar sus estudios D. Alfonso Ródenas García, obispo de Almería, decide dar su primera ordenación sacerdotal, entre ellos Angel Berbel, Jose María Lozar, nuestro D. Francisco, entre otros, el 21 de febrero del 1948.
El primer destino que recibió por encargo del Obispo fué de Cura Ecónomo de las Herrerías-Villarícos. Allí entre los cotos mineros despliega una gran actividad pastoral, destacando como siempre su catequesis y su atención a los enfermos.
En 1952, D. Alfonso Rodenas, ve el esfuerzo de este joven sacerdote y es nombrado Cura Ecónomo de la parroquía de Cuevas del Almanzora. Aquí permaneció tres años, en los que destaca su actividad pastoral, reorganiza el valioso archivo parroquial y edifica de nueva planta la casa parroquial; así como la mejora del templo.
En 1955, tras concurso oposición, es nombrado Párroco Própio de Serón, donde sus conocimientos en cotos de mineria, le sirvió para dar una catequesis muy importante dentro de su apostolado, así como otros momentos tales como la restauración del Templo parroquial, labor que le llevó a la Declaración de Monumento Histórico Artístico, La Coronación Canónica de la Patrona de Serón, La Virgen de los Remedios, y la edificación del convento de monjas de San Vicente en sus inicios y de Dominicas Rurales en la Actualidad, así como la Edificación de Residencia de Ancianos.
Ha sido persona ejemplar para todos los que siempre han estado siempre a su lado, ha sido un cura querido y venerado por todo su pueblo, y por todo el Almanzora, era conocido por todos los pueblos. Ultimamente pese a su quebrantada salud, se esforzaba por responder al milimetro sus deberes sacerdotales. Y como él decía, no me voy a quitar la sotana ahora, si la he llevado toda mi vida, tendrá que quemar alguna más-; ya que todos lo hemos visto apagando rápidamente alguna pavesa de sus famosos Celtas Cortos.
En 1998 celebró sus Bodas de Oro Sacerdotales donde se demostró el hondo aprecio y la estíma que le tenía toda su feligresía. Todo el pueblo participó en los actos, muchisimos sacerdotes le acompañaron oficiando una misa presidida por el obispo de Almeria D. Rosendo Alvarez. El ayuntamiento en pleno, vió la labor pastoral de D. Francisco, le erigió un monumento, y le dió su nombra a la Puerta de la Iglesia. PLAZA DE DON FRANCISCO GUERRERO, para orgullo de todos los que le conocimos.
El día 1 de Octubre de 2000, por la mañana, recibíamos la fatídica noticia de su fallecimiento.
Aquí mi agradecimiento y su memoria a esta gran persona.
Alcanaiza, ¡qué triste aquella mañana!
en que perdimos parte de nuestra historia
más siempre vendrá a nuestra memoria
al escuchar el sonido de una campana.
Acudió presto a aquella convocatoria
que tenía con el Cielo a hora temprana
y vistiendo como siempre con sotana
emprendió el último viaje hacia la Gloria.
Solos quedaron el faisán y la faisana
por la ausencia de la mano amatoria
que cada día les dio, la comida grana
Y a Don Francisco, por su vida meritoria
predicando en Serón la fe cristiana
le recordamos hoy, de manera obligatoria.
Le dábamos a mano panizo a los pichones
treinta granos en el buche a cada uno
menos mal que solo era el desayuno
esa tarea, me tocaba los alones.
Prefería ver volar libres las palomas
desde la punta más alta del campanario
al acecho de un macho beneficiario
rumbando allí, sobre las tejas romas.
La iglesia era una granja de faisanes,
periquitos canarios y colorines
se mecían en la jaula en sus balancines
era un zoológico, pero sin caimanes.
En un tiempo tuvimos hasta patos
pasaban el día haciendo caca
parecía que había pasao por alli una vaca
dejandonos mal recuerdo en los zapatos.
Cómo lucía el Revellín en primavera
desde lejos ya se olían los jazmines
los rosales tapizaban los jardines
me da pena cuando paso ahora a su vera.
Una vez puso don Francisco Champiñones
se aprovechaba de abono la palomina
había en su casa una especie de cueva o mina
si te quedabas un rato, te salían sabañones
Con él nuestra iglesia fue siempre la más bonita
sus largas vigas en su techo de madera
de un lado a otro, sin remiendos, toda entera
Y su Altar Mayor de pintada alabastrita.
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