Aunque hoy me he decantado por la música de viento
no hay que olvidar que estuve en un conjunto de cuerda
las guitarras eléctricas había que usarlas con conocimiento
si no querías que un calambrazo te mandara a la mierda.
La guitarra de Enrique el Pescaero era muy dura
se la regaló su cuñado, que es de la casa de los Tranquilos,
en ninguna actuación evité en el hombro una quemadura
pesaba como un saco de cemento, cincuenta quilos
Enrique fue en los comienzos nuestro representante
se encargaba de todo, moviéndose entre bambalinas
heredó de su padre los manejos de un buen comerciante
firmando contratos con el mismo arte que vendía sardinas.
Pero el líder indiscutible era nuestro forero ejparra
empezó con el teclado de Luis Simón a hacerse organista
su primo José Miguel haciendo filigranas con la guitarra
y yo, intentando no quedar mal junto a un gran artista
A Luis Fidel, manejar la batería le costó mucho trabajo
aunque en el pueblo tenía fama de tener grande la cabeza
era imposible superar a su primo Antonio tocando el bajo
a su famoso volumen no lo acompañaba un oído con fineza.
Ensayábamos en los bajos de los sastres Antonio y Frasquito
hicimos nuestro debut en el cine con aquellas canciones
que todo el pueblo cantaba, incluso a Antonio el Rulito
y el hombre se echaba a temblar al llegar las vacaciones.
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