CARTA DE PEPE BERMÚDEZ A DIEGO PÉREZ CENSURADA HOY

Acabo de publicar esta carta abierta a Diego y me la han cortado. No se si después me la repondrán. Te pìdo Jose Luís la cuelgues en tu blog. Yo lo voy a hacer en el mio.

Gracias.

Amigo Diego Pérez:

Soy Pepe Bermúdez, que en tu foro he estado utilizando el Nick de “lagarillo”, como todo el mundo sabe. Y voy a aprovechar este espacio, por primera y única vez, para despedirme.

Después de tu llamada telefónica me veo en la necesidad de dirigirme a ti, públicamente, para decirte que nuestra amistad sigue inalterable. Que entiendo que no hayas tenido nada que ver en lo que parece han sido excesos del señor administrador.

Pero Diego, tú eres el dueño de la página, y tú eres quien debe de decir quién y cómo, dónde y cuándo. Cada uno tenemos nuestra parcela de responsabilidad y debemos de ejercerla. Y tu página, aunque privada, se convierte en pública cuando la ofreces al mundo. Pero aún así, eso no dejan de ser minucias, y que, por tanto, te digo que, “pelillos a la mar” y a seguir adelante.

Mi salida del foro ha sido porque no he sentido nunca, y en ningún caso, la tan cacareada imparcialidad de la que se hacía gala con otros foreros. Y además, lejos de recibir una explicación coherente por parte del señor administrador, fui censurado y como es comprensible, por dignidad me di de baja en el foro.

En un mensaje privado el señor administrador me dijo que “nada se me había pedido para entrar, y nada se me iba a pedir para salir”; y Diego, entre nosotros, “a buen entendedor, pocas palabras bastan”. Y como dice mi madre y también la Biblia, de donde te echen o no seas bien recibido “sacúdete hasta el polvo de tus zapatos”. Y no hablo de ti, sino del cúmulo de circunstancias que han desembocado en esta desagradable situación. Las crisis son buenas. Son catársicas. Es un renacer. No hay que tener miedo. Tengamos esperanza y digamos lo del mayo francés: “seamos sensatos, pidamos lo imposible” porque desde la amistad, la unión y el trabajo todo es posible. Lo imposible no existe.

Sería injusto no darte las gracias por tu página, porque ha sido seron.tv la que ha unido y fructificado en una enormidad de artículos, de aportaciones sobre historia, de nuevas amistades y de proyectos comunes, que han desembocado en el nacimiento de una asociación, de buenos ratos frente a un vaso de vino, y de amistades nuevas que siempre nos enriquecen a todos como personas. Eso te lo debemos a ti, Diego, siéntete orgulloso por ello: tú pusiste la primera piedra y nos distes la posibilidad de conocernos. Y por eso te digo que seguiremos trabajando con todos los que quieran hacerlo, unidos, pero respetando nuestras diferencias: cada uno desde su propia posición ideológica, religiosa, agnóstica, o desde donde quiera, y yo y el resto de los mortales, desde donde buenamente podamos, respetándonos y aportando: eso es lo importante, lo demás, polvo que se lleva el viento, que se mueve de un lado para otro sin ton ni son. No obstante tengo que desaprobar la desaparición del apartado de la asociación, igualmente que algunas carpetas que eran inicuas políticamente, pero fomentadoras de cultura: me refiero a “zajareña forever”, “latino combo” y otros.

Es cierto que a cada paso que vamos dando, nos vamos enquistando más, enrocando más, siendo más intransigentes, menos comunicativos. Y que esa censura impuesta en un momento dado fue un craso error. Y así lo digo. Me siento libre y huyo de donde no pueda respirar tranquilidad, paz y sosiego. Y aún más decepcionado me siento porque la censura se ejerció sobre lo superficial, lo chabacano y no sobre lo esencial, lo profundo, lo que atentaba contra las creencias y las ideologías, ya que eso se dejó pasar, y no hubo ni un reproche, ni una palabra de ánimo, ni un consuelo para los que lloraron en aquel momento su desgracia.

Lo lamento. No puedo terminar esta carta sin dar las gracias y manifestar mi apoyo y amistad a Paco Cánovas, a Seronero, a Encantillo, a Pepe el Chavo, a Pelendines, a Gavi, a Umbria, a Cicerón, a Fredy en la distancia y a Iván que tanto nos ha animado, y, en definitiva a todos aquellos que este año pasado, trabajamos y nos implicamos en los proyectos con los que tanto hemos disfrutado. Gracias a todos ellos. De esta página me despido para siempre, y de los amigos con un hasta pronto, entre los cuales, por supuesto, te incluyo a ti, Diego.

José Bermúdez