martes, 21 de diciembre de 2010

(El guardia, desconocido, Paco el de Rogelio, el tío Antonio Domene, Epifanio Tocina, otro desconocido, Antonio el Rulito y don Isidoro el Veterinario)

Hay gentes que al alejarse
padecen el síndrome del desprecio.
Otros cuando maritan
con el sol que más calienta,
lucen un ramito de tijeras
y a veces por el cobijo
de una buena sombra,
desprecian el sello
de su partida de nacimiento.
Me contaron
de un espíritu errante
vagando por la eternidad
con un cepillo en la mano.

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